Friday, April 22, 2005
La generosidad de Juan Diego Flórez
Frente a las tres mil personas que abarrotaron el polideportivo de la Universidad Católica, anoche Juan Diego Flórez volvió a demostrar por qué es considerado el primer tenor lírico ligero del orbe. Oberturas de L'elisir d'amore de Donizetti o El barbero de Sevilla de Rossini fueron interpretadas por él junto a temas de Chabuca Granda, marineras e inolvidables piezas de la canción popular. La ovación fue prolongada.
A las 20:40 de la noche, inició el espectáculo un efusivo Riccardo Frizza, que llevó la batuta de la orquesta de Radio Filarmonía. La entrada en escena de Juan Diego Flórez, que fue seguida por los tres mil espectadores presentes en el Polideportivo de la Universidad Católica, a través de cuatro pantallas gigantes, fue respondida con cálidos aplausos. El público no dudó en aclamarlo de pie tras sus espectaculares interpretaciones.
Al final del concierto, Juan Diego Flórez nos regaló cuatro canciones más. Acompañado una vez más de las guitarras de Santiago Linares y Carlos Ayala y, nuevamente, inspirado por Chabuca, entonó La flor de la canela, con lo que el público terminó de enloquecer. El adiós definitivo llegó con Granada. --- extraído de filarmonía---
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Estuve ahí y fui testigo de todo lo que se vivió durante esta noche, y es por eso que puedo atreverme a decir que este artículo se quedó corto al describir la presentación de Juan Diego Flórez el 21 de Abril en el Polideportivo de la 'Católica', porque en realidad fue mucho mejor de lo que ha podido trasmitir, pero también es cierto que sería muy difícil de describirlo ya que uno tendría que haber estado 'ahí' para vivirlo.
Me pareció tan corto y tan rápido, que en realidad nunca fuí consciente que cada vez restaban menos temas para finalizar tan generosa presentación.
No sé si tendrá que ver que mi madre desde muy pequeña buscó que inculcarme el sentido del arte – de manera muy natural -, o que siempre me he dejado llevar por mis sentidos, pero disfrute mucho la presentación de Juan Diego Flórez, con todos sus matices, Donizetti, Bellini, Rossini hasta Grever, Gardel, Lepera, Estrada y Chabuca Granda.
Pero no puede evitar emocionarme de manera particular al oír temas del ‘Babero de Sevilla’, así como ‘El día que me quieras’, ‘México' y ‘Granada’, porque fueron temas que además de tener una interpretación y musicalización impecable (según mi humilde apreciación), me trajeron cual bólido de recuerdos a mi pensamiento las veces que durante mi niñez mi madre disfrutaba ‘vestirmeme para la ocasión’ --en contra mi voluntad :P--, para ir a alguna ópera, zarzuela, ballet ya fuera en el ‘Teatro Municipal’ o en el ‘Segura’, y aunque la mayoría de veces la butaca me quedara grande y mis pies no llegaran a tocar la alfombra y terminara rindiéndome a los brazos de Morfeo mientras mi madre hacia malabares para despertarme, aún asi esas noches quedarían grabadas en mi memoria, grabándose en ella las melodías, las voces..; y por otro lado también no pude evitar recordar las tardes y noches que pasaba en compañía de mi abuela y de mi madre mientras oían sus discos de vinilo ‘de aquellos tiempos’ --estoy segura que eso trascenderá más allá de mi generación en la familia :o)--; pero esa noche no puede evitar extrañarlas de manera especial, es así como la nostalgia se confundió con la emoción de oír dichos temas interpretados por un tenor de semejante envergadura, que lo único que lograron hacer fue extasiar todos mis sentidos al límite.
Gracias por semejante 'lujo' ardi...
Thursday, April 21, 2005
La muestra de Jorge Eduardo Eielson con motivo del premio otorgado por la Bienal Teknoquímica constituye un hito dentro de las exposiciones locales, ya que han sido muy pocas las oportunidades de ver la obra de uno de nuestros grandes artistas y más aún lograr reunir buena parte de su trayectoria en el campo de las artes visuales, lo que hace que esta sea una exposición de visita absolutamente indispensable.
Eielson, de manera paralela a la poesía, ha transitado por buena parte de las vanguardias del siglo XX. Es posible recordar sus experiencias en el campo conceptual, sus instalaciones y acciones como la que presentara entre nosotros con motivo de su muestra sobre la costa del Perú. Su obra más conocida son los nudos, ataduras que rememoran a los quipus, pero que tienen infinidad de sugerencias en lo que respecta a la forma, al contenido y, ciertamente, a las experiencias perceptuales de cada espectador. Ellos son igualmente enigmáticos y poéticos al margen de cualquier referente sobre nuestro pasado. Sus cuadros tienen un impacto distinto. El trabajo con arena tiene la áspera sensualidad de la textura y en su pintura, los planos de color van configurando una simbología a veces oscura y hermética.
Emilio Tarazona, a cargo de la curadoría, ha tenido la oportunidad de demostrar una brillante capacidad para organizar una muestra particularmente difícil, cuyos resultados se ven redondeados en el espléndido montaje hecho en un espacio particularmente exigente como la galería del ICPNA.
Admito que estos nudos se me hacen un lío cuando intento añadir algo más a todo lo que he escrito sobre ellos sin caer en redundancias. Más importantes son los puntos de vista de Eielson, extraídos de "NU/DO", editado por la Universidad Católica el 2002, al cual considero el mejor libro publicado sobre artista alguno de la Historia del Arte en el país.
1. Sobre su obra: "Entre los malos entendidos causados por la insólita diversificación de mi trabajo (escritura poética y visual, narrativa, teatro, ensayos, pintura, escultura, instalaciones, performance, acciones, poesía vocal, jazz, investigaciones sonoras, estudios arqueológicos, cinema, fotografía, ciencia y filosofía contemporánea, pensamiento oriental), el más frecuente es aquel que revisa la más o menos escasa visibilidad de mi obra, a pesar del largo currículo y las varias décadas de residencia en Italia, que considero mi segunda patria. Es evidente que tal forma de actuar –porque esta es mi naturaleza desde muy joven– puede parecer ante un observador standard como un verdadero manicomio creativo." Lundero, La Industria, 237. Febrero 1998.
2. Sobre artistas, curadores y críticos: Entrevista a Harald Szeemann, mítico curador de "Cuando las actitudes se vuelven formas" (1968) hasta la última Bienal de Venecia: "un verdadero creador de imágenes, comparable a los artistas que él mismo propone" (Beuys, Acconci, Buren, Kounellis, Kosuth, et al.)
J.E. Sus exposiciones podrían ser consideradas como verdaderas obras de arte, puesto que ellas poseen un estilo bien definido, y esto sin hablar de su actualidad y originalidad...
H.S. Bueno, lo importante, sobre todo, es hacer las cosas con amor... Hacer exposiciones es lo opuesto a la crítica de arte, puesto que significa estar de acuerdo con lo que se muestra... Hay también, por cierto, un lado explorativo en cada exposición, que trata de iluminar el mensaje escondido en cada obra, cada documento, cada objeto, y que constituye su propia libertad, su utopía. Lundero, La Industria, 187. Enero 1994.
3. El verdadero artista es un antipático: (Entrevista a Bonito Oliva, padre de la Transvanguardia ochentera): J.E. "...si admitimos que el arte contemporáneo –según tus ideas– no posee ninguna función determinada, como en cambio la tenía en las antiguas civilizaciones, o en las actuales sociedades así llamadas 'primitivas' ¿cuál crees que debería ser el rol central del artista en la sociedad post-industrial de nuestros días?"
B.O. "...En realidad, hoy en día la única función del artista es la de complicar la vida. (Risas)... En mi último libro, Antipatía, creo haber dado una respuesta bastante amplia a esta cuestión." Oiga, 418 (1989).
Caretas, 7 de Abril de 2005
Wednesday, November 17, 2004
Mi primer encuentro con Dalí
Cuando tenía aproximadamente 10 años, me dio por curiosear los libros de arte de mi mamá, que para mi no eran mas que libros de pastas gruesas, de hojas brillantes y llenas de color, los cuales tenían dibujos que me fascinaban ver a cada rato, y parecía que nunca me iba cansar de verlos. Y aunque para mí ahora esos libros ya no son tan grandes, su contenido siendo grandioso.
La otra vez estuve recordando mi primer encuentro con Dalí, y aunque poco sabía de arte (aún sigo siendo una aprendiz), y no tenía ni idea que era el arte barroco, cubismo, manierismo, neoclasicismo, etc etc; recuerdo claramente como me impacto y a la vez me fascinó lo que todos conocemos como Impresionismo. Dentro de esta sección en uno de esos libros, se encontraba una pintura de Dalí llamada “La playa de Llané, Cadaquis”, realizada en 1919.
Algunos se estarán preguntando: ¿Dalí, Impresionismo?. Para muchos Dalí es sinónimo del arte Surrealista, etapa que para algunos entendidos en la materia se inicia con su obra “El nacimiento de Venus”. El surrealismo, denominado como la etapa donde se da la fusión de lo duro y lo blando dejando de ser experimentada como antinomia; donde lo consciente y lo inconsciente, el sueño y la vigilia, se funden en una realidad (la surrealista) .
Pero mi primer encuentro con Dalí no fue precisamente con su arte surrealista, sino más bien con el Impresionista. Muchos quizás han olvidado que el arte de Dalí pasó por varias etapas, encontrando entre una de ellas a el Impresionismo.
Es así que por medio de mi curiosidad llegué a la pintura impresionista de Dalí, “La playa de Llané en Cadaqués”, la cual fue una de las primeras pinturas de Dalí que vi en aquellos libros que mencione al inicio, aún recuerdo que me quedaba mucho tiempo mirándola y preguntándome ¿qué era?, y ¿qué significaba?, y aunque saque muchas conclusiones, de lo único que estaba segura es que me encantaba mirarla.
Después de un tiempo empecé a averiguar ¿Por qué Dalí recurría tanto a Cadaqués en sus obras, durante su primera etapa y por qué el Impresionismo?. Es así como pude enterarme que Dalí en sus años de adolescente vivía fascinado con Cadaqués y con el Impresionismo. Le gustaba mucho admirar a Monet, Renoir entre otros. En Cadaqués casi transcurrieron todos los veranos de su niñez. Donde junto al mar, Dalí aprendió a valorar la luz de los días soleados, las noches pálidas de luna... y la poesía de la luz crepuscular. Le gustaba pintar sobre todo paisajes y puestas de sol; le preocupaba poco el dibujo, le interesaban más la luz, los colores claros y la armonía entre ellos.
Es así como Cadaqués y el impresionismo se convirtieron en mi primer acercamiento a uno de mis pintores favoritos, Dalí.
Tuesday, November 16, 2004
Sing your life
Sing your lifeAny fool can think of words that rhymeMany others doWhy don't you ?Do you want to ?Oh...Sing your lifeWalk right up to the microphoneAnd nameAll the things you loveAll the things that you loatheOh, sing your lifeThe things that you loveAnd the things you loatheOh, sing your lifeOh, sing your lifeLa, la-la, la-la, sing your lifeLa, la-la, la-la, sing your lifeOthers sang your lifeBut now is a chance to shineAnd have the pleasure ofSaying what you meanHave the pleasure ofMeaning what you singOh, make no mistake my friendAll of this will endSo sing it now (sing your life)All the things you love (sing your life)All the things you loatheOh, sing your lifeThe things that you loveAnd the things you loathe (sing your life)Oh, sing oh...Oh, sing oh...
La, la-la, la-la, sing your lifeLa, la-la, la-la, sing your lifeDon't leave it all unsaidSomewhere in the wasteland of your head, ohHead, oh, head, oh, head, ohAnd make no mistake, my friendYour pointless life will endBut before you goCan you look at the truth ?You have a lovely singing voiceA lovely singing voiceAnd all of thoseWho sing on-keyThey stole the notionFrom you and meSo, sing your life (sing your life)Sing your life (sing your life)Oh, sing your oh...Oh, sing yourSing your lifeSing your lifeSing your lifeOh, sing your oh...(Sing your life)(Sing your life)Sing your life(Sing your life)
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